Hasta que la muerte nos separe

Hoy caminando hacia la U vi el titular de Las Ultimas Noticias. De inmediato lo asocié con el mar, pensé que quizás se había querido casar en nuestras codiciadas aguas saladas, provocando a los bolivianos. Pero no, estaba completamente equivocada.

La verdadera historia de la novia es que en realidad utilizaron la iglesia para un concurso de arte en el que participa Gregorio, el novio. "Hasta que la muerte nos separe" es la perfomance que los llevo al altar para optar al premio por dos millones de pesos chilenos.

Todo fue un gran teatro: los novios, los invitados, los padrinos y hasta la mamá que no paraba de llorar. El problema es que el único que creía estar en un verdadero matrimonio era el padre, quien cuando se enteró de que estaba siendo utilizado para este arranque de "creatividad artística", los denunció al Arzobispado de La Paz, donde lo que menos hubo fue precisamente paz.

Y como si esto fuera poco, los artistas del año, aparte de ganarse la tan anhelada portada en LUN, no ganaron nada más, pues el premio del concurso fue para otro creativo.