Es una invitación a dejar de ser prácticos, dejar de lado el miedo al ridículo, permitirnos volver a ser niños, en definitiva, conectarnos con nuestra esencia. Porque está claro que en algún punto de nuestras vidas perdemos aquello que es primordial para el ser, la identidad. Olvidamos quienes somos y nos sumergimos en lo que el resto espera de nosotros.
¿A cuántos de nosotros no nos gustaría volver a creer en el viejito pascuero o en todas aquellas fantasías que cuando chicos dábamos por ciertas? La clave radica en dejarse llevar. Por ello, lo que hoy deseo es que en cada uno de nosotros exista ese pequeño gran pez.
1 comentario:
El gran pez...
Buena peli al final pues..
Un agrado la compañia y la larga duración.
Quizás ahora me gusta más que cuando la vimos....me cuestiono más cosas..total al final, la vida es ser niña, no?
crecer pero con cuidado de no crecer tanto para arrepentirse..
besos mile sy grax x too lo q tu sabes!!!
Pau
Publicar un comentario